Ovelha Negra, reducto cool de los espumantes en Rio de Janeiro

En Botafogo, al lado de Flamengo, muy cerca del mar (a tres cuadras), se encuentra una de las casas nocturnas más tradicionales para los amantes del espumante. Se trata de la Champanharia Ovelha Negra, filial Rio de Janeiro, en acción desde 1995. "Ambiente rústico, clima descontracturado, mucha actitud. Ni bistró, ni taberna, ni bar o boteco. Somos la Ovelha Negra", dicen. Y con razón. 
Es que las burbujas de los más de 100 rótulos de espumantes, de Brasil, España, Francia e Italia, parecen contagiar esta casona de estilo francés, a la que definen como refugio ideal para ir con amigos a los que se quiere besar en algún momento de la noche. Los brasileros dicen "paquerar", lo que suele ser un resumen bastante exacto de lo dicho anteriormente.


Egberto Ramos, el Gerente de Ovelha Negra es, como se dice, gente fina: responde los mensajes y las inquietudes, personalmente, a través de la 2.0, en busca de solucionar cualquier inconveniente. Y es hasta un desafío personal atender a cada visitante como si fuera delegado del extinto emperador portugués, don Pedro II.


Se adjunta un mapa para llegar. El lugar abre de lunes a viernes, desde las 17,30 y hasta que la música se apaga, habiendo distintas alternativas gastronómicas, según el horario y la voluntad de los parroquianos. Por lo general no es muy visitado por turistas, lo que lo convierte en una opción fuera de plan, siempre interesante y no menos seductor. Reciben Visa y American Express.


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