Pozo Santo, el nuevo restó peruano de Buenos Aires



Es el nuevo restaurante de cocina peruana en Buenos Aires, en el corazón de Palermo. Ofrece platos auténticos de la gastronomía peruana y las mejores fusiones logradas sobre su original sazón. Sus dueños son Enrique y Rodrigo Villasana, que también lo son del clásico restaurante La Carreta de Lima.

Emprenden, así, su incursión por Buenos Aires con un concepto innovador: presentan una experiencia integral sobre la base de la ambientación, el servicio y la gastronomía. Y han ambientado Pozo Santo como un monasterio colonial del siglo XVIII: esculturas religiosas de santos, ángeles y querubines, argentería peruana, telares artesanales, portón y puertas de madera decorativas, entre otras artes y objetos tradicionales traídos especialmente desde Perú.

Pozo Santo Restaurante une un alto nivel de servicio y tradición peruana. Gran parte del personal es peruano y el equipo de cocina –encabezado por el Chef Ejecutivo Rafael “Rafo” Rivera– cuenta con una distinguida trayectoria de más de treinta años.

“Ofrecemos al público argentino una cocina tradicional con recetas auténticas de antaño no demasiado retocadas”, explica “Rafo” Rivera, “por eso se bautizó a Pozo Santo como santuario de auténtica cocina peruana”. La carta rescata una selección de las mejores recetas tradicionales –que datan desde principios del siglo XVIII–- y además incluye un apéndice llamado Más allá de la comida peruana, donde se presentan las mejores fusiones logradas sobre la base de la sazón peruana.

Entre las recetas destacan la Causa –del Libertador San Martín– cuya receta tiene origen en el año 1820, un año antes de la Independencia peruana; elCeviche con limones de chulucana; el auténtico Lomo Saltado, legado de la influencia japonesa en épocas de la República; y, por supuesto, el legítimoManjar Real que, al provocar suspiros en las damas limeñas de sociedad a principios del siglo XX, fue bautizado como Suspiro a la Limeña.

Al presentar una carta peruana tradicional, Pozo Santo Restaurante importa desde Lima muchos insumos que sólo se consiguen en su país de origen, manteniendo así la autenticidad de su cocina. Otros insumos se consiguen a través de distribuidores en Argentina. Entre los productos importados, se destacan una amplia gama de Piscos –más de 40 etiquetas de distintas bodegas peruanas (muchos de ellos, únicos en Buenos Aires)–, aceitunas botija limeñas, limones de chulucana piuranos y choclo serrano.


La cava ha sido cuidadosamente seleccionada porque la visión del restaurantees ofrecer una experiencia sensorial y cultural que traslade al comensal hacia tierras peruanas logrado por un maridaje ideal entre los complejos aromas típicos del Perú y los grandes vinos argentinos.

La barra de Pozo Santo propone una selección de cócteles clásicos peruanos e ingeniosas mezclas con ingredientes de la tradicional cocina peruana. Hierba buena, pasas rubias, pimientos rojos y amarillos, maracuyá, mango, cilantro y cardamomo son algunos de los protagonistas que, fusionados con distintas variedades de Pisco, hacen de la barra de Pozo Santo una experiencia encantadora.


Abre de lunes a sábados de 12.30 a 16, y de 20 al cierre.


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