Enólogos franceses en bolas, literalmente (historia de un calendario)


Domaine Lapierre es la bodega francesa desde donde surgió la idea. Un calendario vintage hecho en 2013, del cual se imprimieron sólo 100 copias, de la mano del productor Mathieu Lapierre. Claro que esta tirada no alcanzó, pues el objeto ultrapasó el chiste de amigos. Hoy, en los mejores bares de vinos de Francia estas imágenes aparecen desde cualquier rincón. Baco y Eros, la reunión que quizá algún día llegue a Sudamérica.
Es que esta relación de placeres no parece privativa de Francia. En España, hay quienes como los responsables de Bodegas Monje, han propuesto noches temáticas, tales como "Wine & Sex", armando degustaciones, películas para adultos en las cavas, y venta de juegos eróticos, a partir de botellas de vino.
Las fotos de este calendario han creado un mosaico que se ha inmortalizado "tal como la madre los hizo". Así desfilan cosechadores, enologos y productores de vino, completamente desnudos y cubiertos, como modernos Adán y Eva. Apenas las vides, como amuleto.
Las fotos han sido tomadas por Misenka Plantaznik, fotógrafo y recolector de origen eslovaco, e intentan representar escenas habituales de la producción de vino, desde los momentos de descanso del trabajo hasta la labor en el campo, y algunos montados en los clásicos tractores.


Los participantes son personas conocidas de la región de Beaujolais. Y como se dijo la idea de este calendario surgió del enólogo Mathieu Lapierre, socio de Domaine Marcel Lapierre, una bodega reconocida por producir vinos sustentables, sin químicos. "La idea surgió una noche en la cual bebíamos y conversábamos sobre bebidas", explicó Lapierre.


El fotógrafo Michal Plantaznik, por su parte, relató: "Comenzamos como un chiste. Yo había participado de un proyecto semejante durante mi estadía en Francia como voluntario. Cuando volví fue mucho más agradable encontrar la mejor predisposición por parte de los participantes. Ahi le sugerí a Lapierre hacer fotos más organizadas, durante la cosecha y transformarlas en un calendario", dijo.
La vinícola Vendanges Chez M. Lapierre publicó más ejemplares que aquel básico centenar de copias y los calendarios ya son clásicos ahora en las paredes de su establecimiento, como así también en algunos lugares públicos y bares de vinos en Paris.

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